Ana no duerme...

Ana no duerme
No solo porque piensa en hadas
Ana no duerme montada en primaveras ausentes
donde su cuerpo respira tembloroso, latente,
como lágrima naciente

Ana no duerme soñando como aquellos días
de puertas abiertas y pieles nostálgicas
De noches eternas, batallas perdidas,
edificando muros de palabras certeras
que no devuelven alma, corazón y pureza

Ana no duerme flotando en agua salada
que fluye en tez blanca y cansada
de madrugadas confusas, heladas
sin culpas… despedidas tatuadas.


"Soy lo que soy"
Amaral

De insomnio...

La vorágine inexistente atravesó el camino
Borrado con esfuerzos virtualmente enloquecidos
Visceral la lujuria intermitente
Ordeñando una noche insolente
Porque ya no distingue, es demente

Bebe de su memoria con precaución
Hasta no tener sentido, ni razón,
Pues los límites no viven en su virtud
Que ya moribunda anda, sin ataúd

A ti, mujer...

A ti mujer, grande entre las grandes

A ti mujer, heroína de mis sueños y pesares

Combatiente en cuerpo y sangre

de noches y días incesantes

que fueron firmes, pasajeros y tú constante



A ti mujer, grande entre las grandes

Va mi recuerdo, honor perenne en mi mente.

Más mi espíritu compulsivo de verte

no para en este cuerpo insolente

que no entiende de tiempos inclementes

ni ataduras en planos inexistentes

que solo tú y yo entenderemos por siempre



A ti mujer, grande entre las grandes

Va mi alma toda, en este día, en esta hora

Presagio de tu presencia, completa, fiel, certera

protegiendo mi sombra hasta de la aurora

te siento, te huelo y te respiro toda

danzando entre recuerdos, sensación y anhelo

de lo que pronto tú y yo construiremos



A ti mujer, grande entre las grandes

Te doy las gracias, por ser la mejor mujer y madre.

Te amo.

Porque sí...