Pensamientos y reflexiones de una mente sin descanso, agotada de tantos por què sin respuestas, y que quizàs nunca lleguen. Mientras eso sucede, paradójicamente, se vive la cotidianidad lo màs simple posible, porque al final (de qué? no sè..)quizás de eso se trata no? del hoy, del ahora, y de apostar a "SER"...
Se me va de los dedos la caricia sin causa, se me va de los dedos... En el viento, al pasar, la caricia que vaga sin destino ni objeto, la caricia perdida ¿quién la recogerá?
Pude amar esta noche con piedad infinita, pude amar al primero que acertara a llegar. Nadie llega. Están solos los floridos senderos. La caricia perdida, rodará... rodará...
Si en los ojos te besan esta noche, viajero, si estremece las ramas un dulce suspirar, si te oprime los dedos una mano pequeña que te toma y te deja, que te logra y se va.
Si no ves esa mano, ni esa boca que besa, si es el aire quien teje la ilusión de besar, oh, viajero, que tienes como el cielo los ojos, en el viento fundida, ¿me reconocerás?
"En otro mundo no necesitaría palabras. Aparecería en tu umbral. «He venido a hacerte una visita», te diría, y ahí se acabarían las palabras: te abrazaría y tú me abrazarías a mí. Pero en este mundo, en esta época, tengo que llegar a ti con palabras. Así que todos los días me transformo en palabras y envuelvo las palabras en papel como si fueran dulces" J. M. Coetzee, La edad de hierro